¡Ai! triste de mí, qué haré,
cómo no tendré pesar
cuando me han abundonado
como al mas cruel criminal.
Cuando en el mundo yo era
un hombre libre i honrado
entónces era estimado
por mi esposa de manera
hoi ya no me consideran
demasiado bien lo sé,
me ha abandonado diré
sin tenerme compasion
i solo en una prision
¡Ai! triste de mi, que haré.
Mi corazon sin aliento
ocho meses ha pasado
porque en el mundo he dejado
la alegria i el contento
una hijita es el tormento
que va a hacer espirar
lágrimas pura llorar
no me quedan por mi esposa
[ ] cosas
cómo no tendré pesar.
En este mundo indolente
para qué yo naciera,
por qué no me moriria
cuando me hallaba inocente.
Hol, pues, soi un delincuente
i el hombre mas afamado,
lus jueces solo han pensado
en castigarme, diré,
i cómo no lloraré
cuando me han abandonado.
Cuando recuerdo la muerte
de mi padre tan querido
suelo quedar aturdido
pensando en mi mala suerte.
Madre, a tí deseo verte,
por tus penas consolar
tu hijo pues va a pagar
un crímen que no ha pensado,
injusto he sido tratado
como el mas cruel criminal.
Adios por fin, madre mia,
cuida mi esposa indolente
i dile que el delincuente
Ismael, va a dar su vida
con el alma entristecida.
Espera la ejecucion
a usted le pido perdon
madrecita, no se aflija
i cuide usted de esa hija
que me parte el corazon.