LAMENTACIONES DEL REO
ISMAEL VERGARA

  ¡Ai! triste de mí, qué haré,
cómo no tendré pesar
cuando me han abundonado
como al mas cruel criminal.

  Cuando en el mundo yo era
un hombre libre i honrado
entónces era estimado
por mi esposa de manera
hoi ya no me consideran
demasiado bien lo sé,
me ha abandonado diré
sin tenerme compasion
i solo en una prision
¡Ai! triste de mi, que haré.

  Mi corazon sin aliento
ocho meses ha pasado
porque en el mundo he dejado
la alegria i el contento
una hijita es el tormento
que va a hacer espirar
lágrimas pura llorar
no me quedan por mi esposa
[  ] cosas
cómo no tendré pesar.

  En este mundo indolente
para qué yo naciera,
por qué no me moriria
cuando me hallaba inocente.
Hol, pues, soi un delincuente
i el hombre mas afamado,
lus jueces solo han pensado
en castigarme, diré,
i cómo no lloraré
cuando me han abandonado.

  Cuando recuerdo la muerte
de mi padre tan querido
suelo quedar aturdido
pensando en mi mala suerte.
Madre, a tí deseo verte,
por tus penas consolar
tu hijo pues va a pagar
un crímen que no ha pensado,
injusto he sido tratado
como el mas cruel criminal.

  Adios por fin, madre mia,
cuida mi esposa indolente
i dile que el delincuente
Ismael, va a dar su vida
con el alma entristecida.
Espera la ejecucion
a usted le pido perdon
madrecita, no se aflija
i cuide usted de esa hija
que me parte el corazon.

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