Fusilamiento del reo
Ortiz

  Con toda resignacion
Al banquillo se acercó;
Despues que en él se sentó
A todos pidió perdon.

  Los tres dias que en capilla,
El reo Ortiz ha vivido,
Dice, que ha permanecido
En una calma sencilla;
Su alma solo se humilla
A la santa relijion;
Quien lo exhorta a la oracion,
Dándole toda esperanza,
I él acata su enseñanza
Con toda resignacion.

  Ortiz hoi dia temprano,
Se levanta i oye misa,
I en recibir se precisa
El auxilio soberano;
Despues el pobre cristiano
Al cadalso se marchó;
Cuando al patio penetró,
Dió una mirada a la jente,
I de un modo indiferente
Al banquillo se acercó.

  Antes que al banco llegara,
De rodillas cayó al suelo;
Sus ojos fijó en el cielo
I a la muerte se prepara;
Antes que en él se sentara,
Al público saludó;
Respetuoso se inclinó
Inspirando compasion,
I a todos pidió perdon
Despues que en él se sentó.

  Despues que ya estaba atado
Los soldados prepararon,
I sobre Ortiz despararon,
El cual se inclinó a un lado;
La muerte del desgraciado
Inspiraba compasion;
La jente con emocion
Lo comentaba, es decir,
I el reo ántes de morir
A todos pidió perdon.
  Por fin con mucha impresion
Se retiraba la jente,
I el alma del delincuente
Va a la celestial mansion;
Con tan triste ejecucion
Desvengó Ortiz el garrotazo
Que con tan pesado brazo
En su mismo taller dió,
Con el cual asesinó
Al señor don Santos Lazo.

19,065.—IMP. CERV.

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