VIAJE DE LA GRAN CIVILA A ROMA

  La gran Civila cumana
Con Aspio en la tumba habló
I a Roma se presentó
En una figura humana.

  De Delfo se encaminó
A Roma la gran Civila
Meditabunda i tranquila
Por un sendero marchó.
En el camino encontró
Una tumba soberana
I en ella se sentó ufana
I luego empesó a quejarse
I mui triste a lamentarse
La gran Civila cumana.

  Cuando atacó la cumana
La gran tumba con su frente,
Oyó una voz de repente
Que le hablaba en lengua humana.
¿Que efecto tienes cristiana?
El muerto le preguntó
¿O qué poder te dotó
Para que hable mi ceniza?
I entónces la profetiza
Con Aspio en la tumba habló.

  ¡Hai! de Olimpo i Homero!
La gran cumana decia
Anunciando al Dios Mesía
Recorria aquel sendero.
Otro eco lastimero
Su lamento interrumpió
¡Sésa! ¡sésa! esclamó
El Aspio en su tumba fria
I la Civila en seguida
A Roma se presentó.

  Cuando al palacio llegó
La profetiza al momento,
Del suntuoso nacimiento
Al emperador contó,
En breve rato esplicó
La gran redencion cristiana,
Muerta era la cumana
Cuando el anuncio llegó,
I con el César habló
En una figura humana.

  Por fin Augusto contento
La noticia recibió
I el papel que le entregó
La Civila en el momento.
Entónces al aposento
El César se fué en seguida.
Una noticia increida
A él llegó en esa hora
I era que la anunciadora
En la sala no existia.

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