No consientas padre amado
Que mi alma sea perdida
Por quien rendistes la vida
I tu sangre has derramado.
En capilla cuatro dias
Antes de morir lo fuí
I mi pobre alma infeliz
Solo pensaba en María
I en Dios mi segura guía
Que perdona los pecados
Del hijo mas descarriado
Ha tenido compasion
I el morir sin tu perdon
No consientas padre amado.
Desmayado, sin consuelo,
Salia el desventurado
Con su cuerpo desplomado
Dando con él en el suelo
Clavando su vista al cielo
I arrodillado decia
Ah! pobre desgracia mia
Si eres reo del infierno
No consintais Padre Eterno
Que mi alma sae perdida.
Les temblaba el corazon
A todos los concurrentes
Solo al ver al delincuente
Acercarse a su mansion
Lloraba de compasion
La jente que concurría
I el reo se enternecia
Temblando i llorando dijo
Perdona, Señor, a tu hijo
Por quien rendistes la vida.
Antes llegar al banquillo
Con gran tristeza se hincó
I el crucifijo besó
Como el finado Triviños
Al resonar de los grillos
Varios fueron desmayados
Nadie se halló contristado
De todos los concurrentes
Para ejemplar de la jente
Ya tu sangre has derramado.
Al fin la jente salia
Con su corazon penoso
Varios llorando a sollozos
Con la cara enternecida
Pero tuvo el homicida
Auxilio de un relijioso
Lo bendecia él virtuoso
El alma de tal manera
Para que derecho fuera
A manos del poderoso.