Nada le sirvió el negar
El crímen que cometió,
Porque siempre lo pagó
Con la pena capital.
Dos hombres i dos mujeres
Entraron en el partido,
Y el que en él ha sucumbido
Pedro Lobos se refiere.
La justicia en sus deberes
Lo ha sabido castigar;
Y aunque quisiera escapar
Al castigo merecido,
A este feroz forajido
Nada le sirvió el negar.
Cuando reos los tomaron,
El juez los interpeló,
Y todos a una voz
El atentado negaron.
Pero luego confesaron
Y la sentencia se dió;
Por ella se condenó
A la pena capital,
Y Lobos vino a pagar
El crimen que cometió.
Los otros tres por razon
Se libraron de la muerte,
Pero los lleva su suerte
A una perpetua prision.
En esa horrenda mansion
Lobos la vida entregó;
A pesar de que negó
Delante de la justicia.
No le sirvió su malicia,
Porque siempre lo pagó.
Cuando condenado fué
Se postró a Dios humillado.
Dejar de ser fusilado
Ese favor no encontré.
Asi ahora pagaré
Mi delito sin igual;
Como un feroz criminal
Voi a servir de escarmiento;
Y daré mi úlimo aliento
Con la pena capital.
Al fin, el sabado fuí
En la capilla hospedado;
Y antes de ser fusilado,
Tres dias allí sufri.
Como intranquilo dormí,
Soñé una vez de improviso
Que me llamaba el Altisimo,
Y mis culpas perdonaba,
Y que despues me llevaba
A gozar del Paraíso.