Puse mi amor en el peso
i se quebró la balanza
quien mucho ama tarde olvida
quien porfia mucho alcanza.
Una vez ví que pesaban
caricia los amadores
i dejaban los amores
hasta que contrapezaban
las bellezas que gozaban
proponerse sin tropiezo
siendo yo amante i con eso
merecia a una bella
i en vez de quererla a ella
puse mi amor en el peso.
Jamas ví mas desengaños
amando la servidumbre
que se quiere de costumbre
con cierto significado
por reglamento estimado
amo i espero bonanza
la lisonjera esperanza
mas en mi sueño ví
fueron a pesarme a mí
i se quebró la balanza.
Valido de la esperiencia
sin olvidar a la dama
porque el que hace lo que ama
no hace crimen la inocencia
yo espero a la frecuencia
fuera siempre preferida
al contento de mi vida
toca la dulzura el labio
con el proverbio del sabio
quien mucho ama tarde olvida.
Seguí con amor porfiando
por si alcanzaba el contento
de aquel útil instrumento
que mi pasion fué aumentando
en otro estilo pensando
de una ninfa la tardanza
ningún amante descanza
si no es mui satisfactorio
con aquel decir notorio
quien porfia mucho alcanza.
Al fin mui contemplativo
a pesar del propio amor
quitando llama i ardor
calor seria i tan activo
el amador que es activo
en una incostancia muere
i si no te detuvieres
en un punto de amor fijo
Salomón por cierto dijo
quien alcanza pasar quiere.
Nota: verso publicado por Anónimo, ver, José Arroyo, ver y Nicasio García, ver, El poeta del Sur, ver, ver.