Te pusiera una corona
te trajera al sol cautivo,
te hiciera reina del mundo
i aun es nada lo que digo.
Te pusiera en un jardin,
como a reina de las flores
te adornara de primores,
como a hermoso serafin,
i al son de dulce clarin
que suave música entona.
llevara vuestra persona
al trono mas elevado
i con superior agrado
te pusiera una corona.
Luego con toda entereza
i afecto tan singular,
te fabricara un altar
para adorar tu belleza;
i si estorvar esta empresa
quisiera Cupido altivo,
subiera con valor vivo
por las esferas volando;
i al instante regresando
te trajera al sol cautivo.
Rendirte obediencia hiciera
a todos, de polo a polo,
a vuestro mandato solo
todo el orbe lo pusiera.
Todo el mar lo redujera
al recinto mas profundo,
al bruto mas iracundo
le enseñara a obedecerte,
i luchando aun con la muerte
te hiciera reina del mundo.
I si en el amarte hallara
empresa dificultosa,
la vida que es tan valiosa
te diera i sacrificara.
La blanca luna eclipsara
por estar en paz contigo;
i si alevoso enemigo
a tu persona ofendiera
a la nada lo volviera
i aun es nada lo que digo.