La vara de San José
Todos los años florece,
La palabra del cristiano
¿Donde está que no parece?
José para hacer ser esposo
De Maria, en el altar,
Se habia de presenciar
Un milagro portentoso.
Y como el santo glorioso
Elejido de Dios fué,
El Señor permitió que
Este milagro se viera,
Haciendo que floreciera
La vara de San José.
El patriarca no pensaba
Al templo comparecer,
Y esto lo tuve que hacer
Porque la ley lo ordenaba;
Ni ménos imajinaba
De que él elejido fuese
La virtud todo merece,
Y para Dios no hay obstáculo,
Por eso el sagrado báculo
Todos los años florece.
Debia por su virtud
La Virjen anjelical,
Tener un esposo igual
En santidad y beatitud.
De la misma plenitud
Era el venerable anciano,
Jesús divino y humano
De tal madre naceria,
Y en breve predicaria
La palabra del cristiano.
Nació Cristo y predicó
Su santa ley y doctrina,
Y esta palabra divina
En su evanjelio quedó.
No podrán negarla, nó,
Miéntras el mundo existiese;
El impío se enfurece
Y pregunta en su ingnorancia:
Obra de tanta importancia
Dónde está que no parece?
Al fin, floreció la vara,
Y una paloma muy bella
Llegó y se paró sobre ella
Para evidencia mas clara.
Y tambien fué cosa rara
Que á la presencia de tantos
Esta ave con sus encantos,
Voló y fué con lijereza
A bailar en la cabeza
De los dos esposos santos.