EL CRIMEN DE SAN JUAN
CAPTURA DE LOS ASESINOS

Tiembla la pluma en la mano
al narrar crimen tan duro
pues se tiene por seguro
de sea el mas inhumano;
aunque mi cerebro es sano
i aunque la musa me sobra
es tan séria la maniobra
que invoco al poder del Cielo
a que baje a mi entresuelo
a ayudarme en esta obra.

  I vamos derecho al grano
sin mas argumentacion
pongan bastante atencion
fijense bien en el plano
que coloco de antemano
al principio de este escrito,
porque es un buen requisito
conocer bien el local
para tener la cabal
comprencion de aquel delito.

  En el San Juan del Peral
fundo bonito i mentado
de un caballero afamado
con casa al camino real,
se ensañó el Jenio del Mal
de la manera mas cruel;
con sanguinario papel
i atravesando potreros
unos cuantos bandoleros
llegaron al sitio aquel.

  A las siete de la tarde
del sábado antepasado,
fué cuando fué ejecutado
aquel asalto cobarde;
con sijilo i sin alarde
se fueron ahí acercando;
se estaba el dueño paseando
en la pieza comedor
oyendo al hijo mayor
lo que estaba conversando.

  Luego vieron de repente
i sin tiempo de arrancar
abrirse de par en par
la puerta violentamente;
i de un balazo en la frente
cayó muerto el caballero;
al momento el grupo entero
al cadaver se le arrima
para robarle de encima
sus alhajas i dinero.

  Al ver esto la señora
huyó para no morir
a la pieza de dormir
pero su suerte la empeora;
la siguieron sin demora
i aun a tres de los chiquillos;
las dormilonas i anillos
saltaron de sus orejas
I sin escuchar sus quejas
la amarraron esos pillos.

  A la señorita Sara
que con el niño menor
huyó por un corredor
con suerte i fortuna rara,
como luego se notara
por unos de los presente
la persiguió tenazmente
hasta que la pudo hallar
que se habia ido a ocultar
a la pieza del sirviente.

  Esta señorita, que era
del caballero cuñada
fué prolija i avisada
pues donde la cocinera
escondió bajo la estera
casi todas sus alhajas;
le rejistraron las cajas
I como no hallaron nada
la dejaron amarrada
en la cama con las fajas.

Al sirviente hombre le dieron
una pareja paliza
i lo llevaron de prisa
donde al dueño acometieron;
ahí amarras le pusieron
i ya sin temor a riña
se dieron a la rapiña
rejistrando cuanto habia;
del dinero y pedrería
no dejaron ni una jiña.

  Al aviso de un pastor,
a los tiros i a la bulla
salió de la casa suya
el bravo Administrador
que dicen que es un señor
Paredes apellidado;
salió con un rifle armado
e hizo un disparo oportuno
pero no mató a ninguno
i al punto se vió atacado.

  A su hijo que atrevido
lo acompañaba con vela,
una bala se le cuela
i rodó por tierra herido;
el padre mui conmovido
carga al hijo a su manera
i regresa a la carrera
otra vez para su casa
i apenas la puerta pasa
como puede se atrinchera.

  El pastor Ulloa estaba
calentándose en el fuego
cuando se acercó un labriego
que por su puerta pasaba
al punto le preguntaba
si habia visto una carreta
i almismo tiempo el trompeta
le dió un golpe con un fierro
pero luego vino un perro
i de un talon me lo apreta.

  Al fin arrancó el malvado
i la señora Dolores
fué por los alrededores
a relatar lo pasado;
poco despues fué efectuado
aquel crimen inaudito;
es seguro que el maldito
quiso al pastor ultimar
con objeto de evitar
que pudiesen dar el grito.

  Para desatar la dama
que estaba entre los colchones
al irse ya los ladrones
salió la nodriza o ama
de debajo de una cama
donde se habia escondido;
¡no son para referido
la desgarradora exena
ni la aguda i honda pena
que se quedó en aquel nido!

  Hai razones suficientes
para creer que estos indinos
miserables asesinos
sean personas decentes;
¡ya los jueces competentes
tienen del crimen el hilo;
hai que sacarles el quilo
al que resulte culpable;
hai que darle al miserable
con la punta i con el filo!

  Causa indignacion i asco
tanto espíritu estraviado,
se llamaba el desgraciado
Don José Miguel Velasco;
¡ojala no sufra chasco
la indagacion judicial;
suba al banquillo fatal
la pantera sanguinaria
o ha de ser tarea diaria
presenciar crimen igual!

  Hai absoluta confianza
sobre que estos criminales
han de ser dictatoriales.
movidos por la venganza:
pues uno de la matanza
como mas tarde se ha visto,
el que hacia Jefe listo
entre aquellos alaricos
dijo: “ustedes estan ricos
i nosotros sin un cristo”.

  Ya se ha sabido despues
de que todos estan presos
i muchos hasta confesos
i convictos ante el Juez;
debemos por esta vez
dar gracias al Intendente
que es el hombre intelijente
que con paciencia i trabajo
dió con la cueva i se trajo
la partida delincuente.

  Ahora diente por diente,
ahora ojo por ojo;
cuidado con andar flojo
ni remiso ni clemente!
yo he de tener al corriente
al público con ahinco;
andaré a salto i a brinco
por laberinto i recodo,
para imponerlo de todo
por la miseria de un cinco!

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