COMB[AT]E DE IQUIQUE

Voi a cantar con agrado
de toda pasion ajeno
el combate mas sereno
que jamas se ha presenciao

  Yo era un simple soldao
en el combate me acuerdo
no habia no guerrero lerdo.
el mas lerdo sra un venao.

  Estaba Prat en el puente
cuando divisó un humito
i se bajó lijerito
para hablar a su teniente.

  Le dijo: teniente vea
que se prepare la jente;
el enemigo está al frente
i hai que aceptar la pelea.

  I tomando la bocina
habló asì a la Covadonga:
que la jente se componga
I se arme de carabina.

  Que no presencie la mar
una en la derrota chilena;
hai que caer en la arena
jamas la bandera arriar.

  Despues le dijo a Serrano:
que prepare los cañones;
es preciso a [e]sos bribones
saludarlos de antemano.

  Cuando el Huáscar paso apaso
se nos puso por la espalda,
nuestra gloriosa Esmeralda
lanzó el primer cañonazo.

  Entonces el móstruo fiero
nos mandó una granizada
i fué la nave regada
con saugre de cien guerreros.

  I aunque así sigue dl combate
tiempo largo i fatigoso
no se hallaba un temeroso
ni pecho alguno se abate.

  Al fin se calló el cañon
i aquel jigante de fierro
le hincó cual hambriento perro
en el vientre su espolon.

  Salto Prat al abordaje
revólver i espada en mano
ahì por plomo peruano
recibió muerte salvaje.

  Despues Serrano lo imita
Aldea le sigue en pos,
ahì murieron los dos
en hecatombe bendita.
  Mientra el buque se hundia

en lo alto el tricolor,
con espartano valor
Riquelme audáz le ponia
fuego al último cañon.

  Aqui me paro cansao
i en mi relato no insisto
porque ya no me resisto;
a mi no me lo han contao
porque yo mismo lo he visto.

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