EL SUICIDADO DONDE
UNA CHUSCA

  El lúnes de esta semana
poco despues de las cinco,
llegó con bastante ahinco
a una casa de jarana,
un jóven de buena gana,
pidiendo con gran presteza
su botella de cerveza
que se vació en compañía
de su Rosa o su María
en la penúltima pieza.

  Despues dice a la chiquilla
que se vaya para afuera.
i la puerta, por barrera,
la tranca con una silla;
la muchacha mui sencilla
sin prever la situacion,
se fué a otra habitacion
para ver si habia cliente,
cuando se oye de repente
una gran detonacion.

  Abrieron, i él acostado
en la cama [s]e veia:
de la boca le salia
un hilito colorado;
el revólver empuñado
lo tenia en la derecha.
¡Que situacion tan estrecha
habrá este pobre sufrido
cuando al fin se ha decidido
a pasar así la brecha!

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