Trae la lama y el heno
el portal, dejalo aquí,
la mula, el buey, así, así,
ya está bueno, ya está bueno;
mira tú, Nepomuceno
en tu destreza confio
acuesta al Niño ¡Dios mio!
tan desnudo me enternece,
ponle plumón que parece
que se nos muere de frio.
Pon en lo alto la estrellita,
trae tú la escarcha, [ ]eta
y el sol, la luna y cometa
y el rebaño y la casita
que está recien pintadita
y mas parece un primor;
aquí resalta mejor
esta cascada, aquí un pino:
haz con piedras el camino
sienta aquí arriba un pastor.
Junto al monte que vacila
por laguna pon un plato,
aquí el caballo mampato,
a este otro lado la pila;
pon acá al pastor Gila
con toda su ropa nueva;
junto a este árbol que se eleva
con pompa porque es frutal
vá el pecado orijinal
quiero decir Adan y Eva.
Tiñan de rojo los prados
pongan frente al viñedo
a Herodes ¡Jesus! qué miedo
con cien niños degollados,
atraca por esos lados
algunos rollos de mies,
aquí se pone a Moisés
con sus tablas ¡qué bonito!
y en frente del portalito
los reyes magos ¡los tres!
Ya está todo y está bueno
mas zagalas, mas doncellas
aquí nos faltan estrellas
y mas escarcha en el heno
todo está de encanto lleno,
todo mui lindo se vé;
junto al Niño están en pié
con cara mui amorosa
el casto esposo y la esposa,
la Vírjen y San José.
Ahora sí, ya se acabó,
vengan y con gran cariño
cántenle la rorró al Niño.
todos a la rorrerró;
a adorar al que creó
el firmamento y los suelos,
y se agrupan los chicuelos
que como ánjeles se ven
y ante el portal de Belen
cantan al Rei de los Cielos.
¡Qué entusiasmo! ¡qué alegría!
¡qué fiesta santa y amena!
falta lo mejor: la cena,
la gran cena de aquel dia
luego con dulce armonia
y con el órden mayor
de la mesa en derredor
donde todo se concilia
está toda la familia
llena de dicha y amor.
El niño, el jóven, el viejo,
doncella, madre y abuela,
tanto el que asiste a la escuela
como el que asiste al consejo:
todos de un modo parejo
y con melodiosa voz,
de nuevas dichas en pós
con inefable contento
celebran el Nacimiento
de Jesús, del Niño Dios.
El anciano se embeleza
viendo despues que ha cenado
como el nicto se ha quedado
dormido sobre la mesa
tal que su bella cabeza
entre las manos está
y al mirarlo siente yá
en sus ojos llanto ardiente
¡piensa que al año siguiente
acaso no lo verá!…
Oh! delicias de esta cena,
oh! familia venturosa
¡noche alegre! ¡noche hermosa!
¡noche santa! ¡noche buena!
estás de delicias llena
como de peces el mar;
eres venero sin par
de recuerdos, de ventura,
eres la noche mas pura
de todas las del hogar.
El iman de los cariños,
la cuna de afectos sinca,
el llanto de los ancianos
y la risa de los niños
que como limpios armiños
gozan la mas dulce paz;
¿por qué lijera te vas
con tus placeres estraños
vendras como en otros años
y no nos encontrarás.
El hogar estará frio
como el fondo de la huesa
y hallarás en nuestra mesa
mas de un asiento vacío;
hallaras sin agua al rio,
muerto a los jénios festivos:
cantando tus atractivos
otros gozaran despiertos
¿quién se acuerda de los muertos
en el festin de los vivos?
ROLAK
Nota: adaptación del poema Nochebuena de Juan de Dios Peza (1852-1910). También publicado por Frai Jerundio como cuarteta, ver.