Busquen unos la mujer,
otros busquen el dinero,
pero yo el licor prefiero
a mí me gusta beber:
vale mas a mi entender
que el mas lujoso esplendor
i el mas cariñoso amor
que en el mundo puede hallarse,
tranquilamente empinarse
una copa de licor.
Cuando busca el ambicioso
el oro en el campo abierto
o se muere en el desierto
del modo mas horroroso
o si sale victorioso
i se hace el rico mayor,
no falta un calumniador
que lo llame un usurero.
nada hai en el mundo entero
que valga mas que el licor.
Si alguien sifra el porvenir
en el amor de una hermosa
ella sale veleidosa
principia luego a sufrir,
i si llega a conseguir
que le otorgue su favor,
sale luego la labor
de los celos al camino,
yo veo todo dañino,
todo, ménos el licor.
Si alguien vé en los honores
la fuente de los placeres
i cambiando pareceres
llega a los puestos mejores,
no faltaran sinsabores
que del puesto superior
lo coloquen como el peor
i el último miserable,
nada hai pues comparable
a los goces del licor.
El que cifra en la bebida
todo su mayor portento,
es el mortal mas contento
que puede haber en la vida,
con ella todo se olvida:
los pesares, el dolor,
la pérdida del honor,
el vejàmen i la injuria,
el desprecio i la lujuria
¡Un hurra por el licor!
Nota: verso publicado por Rólak con pequeños cambios, ver y ver.