EL PADRE COBOS

  Muchos hai que habran oido
del Padre Cobos hablar,
sin llegar a sospechar
de donde el fraile ha salido;
es algo mui repetido
aplicar bien su indirecta;
pero es persona selecta
la que conoce el asunto;
¡qué me perbone el difunto
si mi indiscrecion le afecta!

  Pertenecia el frailucho
a la Orden de Franciscanos,
pasando entre los hermanos
por hombre práctico i ducho;
en un cómodo cuartucho,
que en el convento existia,
por la noche se veia
trajinar una comparsa;
i por una puerra falsa
la jente entraba i salia.

  Era el místico apocento,
para hablar en castellano,
un garito soberano
encajado en el convento;
ahí seguro i contento
todo el mundo concurria.
¿Quién a figurarse iria
qué existia allí un garito?
¡eso seria un delito
mas grande qué la herejía!

  Entre aquella turba multa
del garito relijioso,
habia un tahur rabioso
de sociedad no mui culta,
que grita, acciona e insulta,
por lo cual no faltó un bobo
que se quejó de ese lobo
i quiso irse en linea recta:
«yo le echaré una indirecta
le contestó el Padre Cobo».

  Cuando en la noche volvió,
con la mano en la bicoca
el frailucho abrió la boca
i al tahur se dirijió:
«Usté amigo se educó
en la escuela de la plebe
i aquí en mi casa no debe
estar un descomedido»
¡Quedó el círculo aterido
de una indirecta tan breve!

Nota: “Padre Cobos” fue un seudónimo usado por Rafael Allende.

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