El domingo antepasado
en calle Santa Isabel
cometió un bandido cruel
el mas horrible atentado;
fué el criminal capturado
aunque se trepó a un cerro
con la destresa de un perro,
i hoi está en la policía
pagando su alevosía
a[t]ados los piés con hierro.
Es preciso que relate
sin fijarme en pareceres:
tres infelices mujeres
estaban tomando mate,
cuando un roto de petate
se entró de sopeton
i con gran satisfaccion
les dijo: que gusto tengo
porque mui a tiempo vengo
para dar un chupeton.
Al ver a un desconocido
que se le entraba a la casa
una de ellas se propasa
i quiso darle un bufido;
él, se dió por ofendido
i sacando un gran puñal,
le pegó un golpe fatal
i mui violento en el pecho
de resnlta de cuyo hecho
murió a la hora cabal.
La segunda i la tercera
se levantaron furiosas
cuando vieron temerosas
morir a su compañera
pero como la primera
fueron por él maltratado
con horribles puñaladas
que recibieron las dos;
Hospital San Juan de Dio[s]
estan ahora alhojadas.
Me dicen que este malv[ado]
de su crimen ya confeso,
despues de un serio proce[so]
ha sido al fin condenado;
el Juez me lo ha eentenciad[o]
a la perpetua prision;
él, pidió de apelacion
pero, según se asegura,
jamas hallarà ternura
este asesino bribon.
21 de Mayo de 1891