Con sus pelos i señales
narraré de tomo i lomo
la muerte del mayordomo
de la Feria de animales:
de dos balasos fatales
murió según lo recuerdo,
era del señor Izquierdo
un buen Administrador;
el hecho narro al lector
porque la ocacion no pierdo.
Era el pobre desgraciado
un tal Severino Landa
i sin causa ni demanda
de improviso fué atacado,
el Capitan apurado
en la calle de Beauchef
i encontrándose de pié,
un balazo le tiró
i en el cuello le pegó
sin que se sepa porqué.
Así, herido mortal ente,
quiso huir del criminal
pero otro tiro fatal
le pegó inmediatamente;
cayo ahí pesadamente
atravesado el pulmon;
con gran presipitacion
pegó el último suspiro
i el otro al pegar el tiro
arrancó como un chiflon.
Hasta la hora en que escribo
no se sabe en esta vez
el asesino quien es
ni cual ha sido el motivo:
un comisionado activo
lo persigue con tezon
i le dará el agarron
si es que no se le resbala
del revólver otra bala
i le dá en el corazon.
Ya parece una locura
lo que se está presenciando,
sin saber como ui cuando
uno va la sepultura;
aunque la justicia es dura
nada se saca con eso;
i le forman serio proceso
i despues de mucho afan
el castigo que le dan
es que coma pan con queso.
(1) Hoi dicen que el criminal
vestia así i no era tal.