Kilrain i Sullivan,
se agarraron a tronpones
i apostaron mil doblones
al que debia ganar.
Para que el pueblo no crea
que esto es algo permitido
sino que está prohibido
como acción salvaje i fea,
para impenir la pelea
todos los pasos se dan,
pero ellos con mucho afan
tales medidas burlaron
i es un hecho que lucharon
Kilrain con Sullivan.
El que meno es un jigante
que pesa docientos kilos
i levantan mui tranquilos
con un brazo, un elefante;
preparados desde ante
para hacerse moretones,
vienen de todas naciones
a hacer apuestas crecidas
i ganadas o perdidas,
se agarraron a trompones.
En ferrocarril se fueron,
con sus testigos al lado,
a un llano mui apartado
donde al fin se descubrieron;
los curiosos prorrumpieron
en aplausos i emociones
i espuestas ya las razones
dió el Juez la señal fijada
i entre trompada i trompada
apostaron mil doblones.
Como dos horas pelearon;
Kilrain salió vencido,
narices, boca i oidos
hechando sangre quedaron;
al convoi se lo llevaron
donde se puso a llorar,
diciendo sin descansar,
que algún tósigo le dieron
que sin fuerza le pusieron
al que debia ganar.
Sullivan a mas de plata,
ganó fama i atencion
i ademas un cinturon
bordado de oro escarlata.
La policía algo ingrata
lo quiso tomar del cuello,
pero con solo el resuello
votó doce policiales;
¡estos son los animales
que llevan de grande el sello!
Nota: verso publicado dos veces pero ahora incluye la glosa.
La pelea entre Kilrain y Sullivan fue el 8 de julio de 1889. Sullivan venció en el round 75. Fuente.