LA MUJER
Que duerme tres años

  Aunque parezca un engaño,
Una doncella francesa,
Sin levantar la cabeza
Está durmiendo tres años.

  Por la prensa ya lo dijo
Un médico competente,
Que una muchacha de veinte
Se halla durmiendo de fijo,
Metida en un escondrijo,
Esto es en pais estraño;
No recibe ningún daño;
Tan raro acontecimiento,
Corre por los cuatro vientos
Aunque parezca un engaño.

  Quienes poseen la ciencia,
Que llaman la medicina
Visitan aquella ruina
Con suma benevolencia,
Se le dá la preferencia
Como siempre en tales piezas,
A quien arrastra calezas.
Al pobre la narracion,
Causa tal revolucion
Una doncella francesa.

  Despues de un terrible ataque
De histérico femenino,
Se quedó en ese destino
De donde no hai quien la saque
Los médicos están en jaque,
No salen de la sorpresa,
Con una sonda mui gruesa
Le administran alimentos,
Todo esto, como lo cuento,
Sin levantar la cabeza.

  Es injusticia que deje
De relatar tales hechos,
Porque así daré derecho
Que alguno me despelleje.
Si álguien me trata de hereje
Por narrar hechos tamaños,
Viendo con ojos uraños
Las noticias que le doi,
Yo le diré a ese señor:
Está durmiendo tres años.

  ¡Qué notables maravillas
Nos vienen del estranjero!
Mañana ante el mundo entero
Nos saldrán que a una chiquilla,
Le ha salido una espinilla
Del tamaño del Congreso;
Ya dirán que por un beso
Cobró una jóven hermosa
Así……. mui poquita cosa,
Diez mil i quinientos pesos!

       ROLAK.

Nota: El verso fue publicado con el título “Curioso fenómeno. La mujer que duerme tres años” por Pepa Aravena, ver.

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