I
Pronto centencia veran
i en la centencia condena
de sufrir la úlcima pena
los bandidos de San Juan;
el que hacia capitan
que es Epifanio Jofré
i que el cabecilla fué
de aquella infame cuadrilla,
al verse casi en capilla
desesperado se ve.
II
Sanchez que es el asesino
que mató al comisionado,
se encuentra mas resignado
con su funesto destino;
ahí recuerda de contino
su sanguinaria pericia
i conoce sin malicia,
aunque su alma se estremece,
que mui de sobra merece
el rigor de la Justicia.
III
Sole despuse se ha sabido
que este es hombre mui aleve
i son muchas la que debe
este famoso bandido;
hizo un robo mui subido
al Tesorero de Angol
i despues en un contról.
al repartirse el dinero
a su mas fiel compañero
dejó con la guata al sol.
IV
Al poco tiempo despues
al quererlo perseguir
logró matar al huir
a un cierto señor Garcés;
de ahí dirijió sus pies
a pasar la Cordillera
i una vez en la frontera
de la Nacion Arjentina,
aquella alma asesina
siguió en la misma carrera.
V
Como estaba en el matar
su pasion i su locura
al nacer la Dictadura
pudo a Chile regresar
i se consiguió enrolar
en calidad de oficial;
cayó el déspota enfernal
i entonces este guerrero
volvió a la de bandolero
en el San Juan del Peral.
VI
¡Qué la Justicia chilena
no se porte como suele;
qué no no se arrastre, qué vuele
como el águila serena;
la estadistica está llena
de asesinatos sin cuento;
es tanto el desbordamiento
que se ha visto de improviso
que es preciso i mui preciso
que haya luego un escarmiento!