EL PUENTE DE LAS ALMAS

     Para hacer el viaje eterno
  se pasa un puente de pelo,
  los que pasan van al cielo,
  los otros van al infierno.

  ¿Quien no pone oreja fina
en tratando de la muerte?
en aquel trance tan fuerte
hasta el mas diablo se inclina!
nadie viene con pamplina
para escapar de su perno;
en verano i en invierno,
en otoño i primavera
nace todo ser cualquiera
para hacer el viaje eterno.

  Aquel profeta Mahoma
que hablaba envuelto en manto
con el Espíritu Santo
en la forma de paloma,
nos ha descrito en su idioma
el Juicio Final sin velo:
cuando deja el alma el suelo
i quiere llegar a Dios,
sobre un abismo atroz
se pasa un puente de pelo.

  Los que como un cristal
tienen limpia la conciencia
no teniendo en apariencia
ni una falta venial,
pasan el puente fatal
sin titubear ni recelo;
como pájaros, de un vuelo
pasan el puente afamado
i estando ya al otro lado
los que pasan van al cielo.

  Aquel que haya pecado
aunque sea venialmente
al ir a pasar el puente
se queda todo asustado;
ahí se queda parado
com opajarillo tierno
este, según yo dicierno,
sin tener escapatorio
vá a parar al Pulgatorio,
los otros van al infierno.

  En el libro del Coran
escrito en la lengua sabia
del gran pueblo de la Arabia
i que se llama el Islan,
se ha tratado con afan
hacer consertir que es cierto
pero en mis versos advierto
que yo nunca lo he creido
aunque metió mucho ruido
el profeta del decierto.

Nota: El verso fue publicado por Rafael Cordero en El roto chileno Nº6, ver.

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