El viernes por la mañana
ocurrió en Valparaíso
una esplosion que es preciso
hacer espocision llana;
la esplosion fué mui cercana
apenas a metros cien
eel renombrado Almacén
de materias esplosivas;
las penas han sido vivas
qero el sustazo tambien.
Un labrador que vivia
en modesta bohardilla
mui cerca de la Placilla
las cápsulas recojía
i despues les estraía
la pólvora con cuidado;
esta la habia guardado
en un baul sin cerrojo,
encargando con enojo
de no acercarse a su lado.
A las ocho de ese dia
el tal Secundino Soto
que así se llamaba el roto
desde su casa salía;
mui luego un estruendo oia,
vuelve la cara con celo
i vé volar por el cielo
el techito de su casa,
las murallas tabla raza,
desplomadas por el suelo!
Se regresa el pobrecito
i encuentra carbonizados
a sus dos hijos amados,
su mujer Rosario Brito
i a Sanchez que es un viejito
que habia ahí de visita,
así mismo una niñita
que Soto habia adoptado;
i todo quedó destrozado
por la pólvora maldita!
El padre al Cuartel pasó
como es justicia en tal caso
pero el Comandante Lazo
al momento lo largó;
de una buena se escapó
aquel floreciente puerto,
porque se sabe de cierto
que santa Bàrbara estaba
a un paso donde pasaba
aquel charquican de muerto.