Trajinando a sombra i sol
un mocito mui parado,
de cuello alto, almidonado
i zapato de charol.
a la luz de un buen farol
de la plaza principal,
vió a una niña anjelical
de mui bonito bigote,
i se dijo: esta es mi dote
o yo soi un animal.
Siguió el futre paso a paso
a su cándida beldad
i atravesó la ciudad,
caminando por si acaso
desde el oriente al ocaso
hasta hallar su moradita;
cuando ya la creyó frita
a su casa regresó
i al otro dia le envió
una amorosa esquelita.
¿I porqué no he de ser franco?
todo fué a pedir de boca;
ni era la muchacha loca
ni el futrecito era manco;
no al paso sino que al tranco
llegaron al resultado………
el mozo fué facultado
para escalar el balcon
i sin mas esplicacion
cometieron el pecado.
Hasta aquí todo era breva
i felicidad sin nombre,
mas la desdicha del hombre
siempre la ha de causar Eva;
lo agarra a él de la leva,
en lo mejor de la lucha…
el papá que los escucha
i desde el balcon lo arroja,
quedando la tierra roja
con la sangre que fué mucha.
El lector comprende bien
que con el golpe tremendo,
no se quedó el otro riendo
ni pensando en el Eden;
ahí mismo tomó el tren
para ir a la eternidad,
la chica fué con verdad
a parar en un convento
donde hace con sentimiento
mil votos de castidad!