En la calle del Barrial
entre un par de chuquizaca
hubo una de toma i daca
a puñetes i a puñal.
Por asunto de querencia
o por amor del momento,
hubo pues como lo cuento
una mugeril pendencia;
perdió su ruda existencia
una muger en la tal;
si no me lo han dicho mal
porque la Prensa la calla,
tuvo lugar la batalla
en la calle del Barrial.
El hecho pasó de noche
en medio de una jarana;
se bailaba a gusto i gana
es decir a troche i moche;
en esto llegó en un coche
un sujeto de mantaca
i al ver que la plata saca,
como gusanos del cieno,
lo pelearon como bueno
entre un par de chuquisaca.
Mientras él se daba facha
como un rico de Europa,
lo empapelaron a copas
entre una i otra muchacha
una que estaba borracha
al costado se le atraca;
la otra que era bellaca.
se puso al otro costado
i sin mas auto i traslado
hubo nna de toma i daca.
Principiaron por insulto,
siguieron los razguñones
i el furor de las pasiones
fué tomando mayor bulto;
en lo mejor del tumulto
i en un momento fatal,
se levantaron formal
para mejor agredirse
principiando a combatirse
a puñetes i a puñal.
Para terminar la intriga
se agarraron de las mechas
i con la mano derecha,
una le clavó a su amiga
un puñal en la barriga
i la dejó agonizando;
el hombre que está observando
el término de la lucha,
se arrancó con prisa mucha
con lo que estaba adeudando.
Nota: este verso fue publicado por José Arroyo con el título de “La chuquisa que mato a la amiga”, ver.