Jente cristiana i sencilla
que mentir nunca han sabido,
aseguran oir ruido
por la noche en la Placilla.
En el campo del combate
i por sus alrededores
viven unos vendedores
de tortilla i chocolate;
esa jente no se abate
por no tener ni una silla;
viven en aquella orilla
mas contenta que una cabra
pues son, en una palabra,
jente cristiana i sencilla.
De esa jente mi lector
que llamamos lugareña,
que la moral nos enseña
con escúspulo i rigor;
jente llena de pudor,
sin instinto pervertido
i que pasa entre su nido
la iglesia i la obligacion
jente tan de relijion
que mentir nunca han sabido.
Despues de esta instroducion
voi a pasar ha esplicar
lo que tengo que contar
que causará admiracion;
el pueblo de aquel Canton
cuando ya se ha anochecido
i se han quedado dormido
ya de sables o cadenas
de miles de almas en penas
aseguran oir ruido.
Como ya lo he dicho ántes
hai que creerles por la fuerza
pues tal jente no es perversa
como no lo son farsantes;
a estos datos alarmantes
agrega aquella cuadrilla
que mil voces en pandilla
que vienen como del plan
repiten: “soi capitan”
por la noche en la Placilla.
Algunos desde su chosa
aseguran que han notado
pasearse por un lado
a Alcérreca con Barbosa,
si es verdá anda mal la cosa
i està clara la razon
pues que si a la poblacion
bajan estos campeones
unidos con mil bribones
formaran conspiracion.