Que desgraciada es la suerte
de persona mal nacida:
el amor le da la vida
i el Honor le da la muerte.
Nacen en dorada cuna
los hijo del millonario
entre el mimo necesario
que les brinda la fotuna;
nace como la cuncuna
el pobre, de frio inerte
i nace en trance mas fuerte
el niño que nace Mal
pues va a dar a un albañal…
¡que desgraciada es la suerte!
Esos pequeñitos seres
que en la calle dia a dia
recoje la policia,
son crímenes de mujeres
que buscaron los placeres
sin condicion ni medida
i que se hacen homicida
al verse con su hijo al frente
por que es eso solamente
de persona mal nacida.
Es una gran señorita,
pureza de no sé donde,
se va a casar con un Conde
que hace un año la visita;
pero en una tardecita
nuestra linda prometida
dá una cómica caida
en los brazos de otro amante;
si se desmaya un instante;
el Amor le dá la vida.
Viene la guagua i ¡Jesus!
¡que descomunal verguenza,
si el Conde sabe la ofensa
como que de dia hai luz.
se da dos tajos en Cruz!
¡Mi buen Conde de Laerte,
como no quiero ofenderte
voi a una hijita a matar
que yo quiero conservar
i el Honor le dá la muerte!
Son fuertes en el pecar
i tiemblan ante el deber
quitando la vida al ser
que quisieron enjendrar;
se pretenden disculpar
con la idea del recato
i hacen crimen incensato
lo que falta leve era,
añadiendo a la primera
un feroz asesinato.