Iba Vasquez Marcelino
el veintiocho del pasado
con otro hombre acompañado,
de su morada en camino;
se bajó con mucho tino
una tranca a descorrer
i cuando ya lo iba a hacer
cayó herido mortalmente,
muriendo instantaneamente,
según se llegó a saber.
Se sabe por mas de mil,
que el causante de este hecho,
lo vijilaba en asecho
para asesinarlo vil;
lo ultimó con un fusil
i según lo que se alcanza,
se tiene gran esperanza
de pillar al asesino
que hizo este desatino,
por miserable venganza.
¡Quién creyera i no se espante,
que tan grande criminal,
es un pequeño chacal,
muchacho insignificante!
Dignos jueces ¡adelante!
no hai que aflojarles ni un pelo!
Como decia mi abuelo
en su lenguaje guasote:
al hombre malo, de azote
i al honrado, CARAMELO.