A donde quiera que voi
me parece que te veo
i es la sombra del deseo
en que delirando estoi.
Desde que mi corazon
te adora bien de mi vida,
tengo en el alma reunida
tu imajen a mi pasion.
A esta agradable ilucion
todos los momentos doi
i como víendole estoi
siempre en el alma presente,
te llevo, aunque estoi ausente
por donde quiera que voi.
Toda la naturaleza
a mis ojos se figura
mendigando la hermosura
de tu sin igual belleza
i este primor que interesa
a mi amor o a mi recreo,
es un retrato, un trofeo
de las gracias que repartes
i por eso en todas partes
me parece que te veo.
Me distraigo de repente
para conversar con tigo
i mil caricias te digo
con la espresion mas ardiente.
A veces tan vivamente
a vuestro lado me creo
que los sentidos empleo
en escuchar tu favor:
pienso que toco a mi amor
i es la sombra del deseo.
Llamó un sabio a la esperanza
sueño del hombre despierto;
mas yo ni durmiendo advierto
ningún rasgo de confianza;
mi espíritu no descansa,
solo se que amante soi
i mientras mas vuelo doi
a esta locura de amor,
mas terrible es el ardor
en que delirando estoi.
ROLAK
Nota: verso titulado “A Mercedes” de Bernardo Vera Pintado publicado en “Anuario de la libertad electoral”, Santiago. Imp. de «La libertad electoral». 1887, p. 417.
Publicado por Rólak, ver.