LOS TAHURES
Continuacion del romance

En casa de Torvo-Rostro,
a su esposa Doña Clara
se le iban los cubiertos.
los mueblos i las alhajas
En donde Doña Prudencia
esposa de Mala-facha,
los cuadros de las paredes
diariamente se marchaban.
I mas santos se escaparon
de aquella mistica casa,
que jamas sacó de Roma
la persecusion pagana.
De todo esto se comprendo
donde estaba su parada,
desde que es mui conocida
su mansion hospitalaria.
Mientras pone Torvo Rostro
un buen vestido de lana,
pulseras, blondas, cubiertos,
sobre una sota de espadas,
a un as de basto le pone
un cuadro de Santa Eulalia,
nn ecce Homo, un Juan bautista
i un Niño Dios Mala-facha.
Dió las cartas el banquero
i salieron las contrarias,
con lo cual el par de apuntes
quedó sin una esperanza.
Entonces los dos quisieron
jugar su propia prosapia,
mas los rechasó la banca
porque eran monedas falsas.
Torvo-Rostro desde entoces
pide prestado i no paga;
Mala-facha es mui distinto,
no pido sino que agarra.
Hasta que por fin de cuenta
al rayar una mañana,
se les vió flotando juntos
en el Zanjon de la Aguada,
refujio siempre buscado
por almas desesperadas.

       Fin del romance

       ROLAK

Nota: romance publicado por Modesto La Fuente, Fray Gerundio en “Teatro social del siglo XIX”, tomo II (Madrid, 1846).

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