Es el chileno rotito
un soldado sin segundo
considerado en el mundo
como un bravío torito,
tan humilde i calladito,
cuando la patria lo llama
huele, bufa, escarba i brama
i es capaz como guerrero
de comerse al mundo entero
desde el hueso hasta la rama.
Quen va al campo i lo divisa
con culero i con ojota
!que va crer que es el patriota
que a su patria inmortaliza!
el huazo a quien nadie pisa
i a quien nadie pone a raya,
el que vense en la batalla
al mas temible adversario
el roto en fin temerario
de poncho largo i chupalla!
Este huasito sinplon,
mas mancito que una tagua
fué el q’ se abrió en Rancagua
paso por sobre el cañon,
el que salvó a su nacion
combatiendo en Chacabuco,
el que a puñal i trabuco
i en lanchas tomó a Valdivia
plaza española i anfibia
que mas nos metia cuco.
Es el Jeneral Pililo
quien por pampas i montañas
en las recientes campañas
al cholo le sacó el quilo;
el que llevó por un hilo
reanudada la victoria;
el que en Iquique con gloria
hizo del mar su Panteon;
el màrtir de Concepcion
de tan lúgubre memoria.
Así se forma un soldao,
un marino o artillero,
como se lanza a un potrero
i lo ara de lao a lao;
en el rio sabe el vao,
en la montaña la huella
i en la pendencia o querella
no hai quien sea mas sereno.
Tal es el roto chileno
con su buena o mala estrella.
ROLAK