A la de conducta honrada
enamorada mujer
que quiere a distinto ser
de aquel con quien es casada
i que al sentirse abrasada
no pudiendo resistir
es victima de un desliz,
el mundo entero la llama,
por el llanto que derrama:
una mujer infeliz!
Aquella que el mundo lanza
para ingresar a la feria,
enjendro de la miseria,
negacion de la esperanza
i en un dia se abalanza
tras de pan, una tajada,
lo busca en senda estraviada
i al fin lo llega a encontrar,
se la debe apellidar:
una mujer desgraciada!
Mas la mujer corrompida
que por gozar veleidades,
en torpes sensualidades
a zu hijo infeliz olvida;
por la fortuna atendida,
a senda pura i divina
prefiere la libertina
careciendo de razones
que disculpen sus acciones
la apellido: Mesalina!
Ahora lector, querido
forma tú, juicio certero,
imparcial i justiciero
sobre lo que hayas leido,
por si el mio falso ha sido.
Este lance peregrino
dime lector adivino:
¿que llegar a ser podria
al no ser «ninfomania»,
no ser «furor uterino»?
Por satisfecho me diera
si con este desaliño
pudiera salvar un niño,
que viviendo de quimera
agarra por verdadera
la mas risueña apariencia,
cuando falto de esperiencia
que aconseja ser prudente,
camina como un demente
tras el gozo i la indecencia!…