De Herodes bajo el reinado,
en el mismo Hebron vivia
el Santo de Zacaría
i con Isabel casado;
como fuera designado
para ofrecer el incienso
en el templo, en su comienso
de su piadosa oracion,
tuvo el Santo una vision
que no sospechó ni en pienso.
Un ánjel le dijo así:
« estéril es tu mujer,
mas pronto debe tener
un niño como un rubí;
él ha de ser para tí
el consuelo de tu afan;
tendras que llamarlo Juan
i debe llevar en pos,
el Espíritu de Dios
a los que con El no estan».
El ánjel Gabriel despues
se le presentó a Maria,
Virjen Santa que tenia
por esposo a San José.
Vivian en Nazaré
cuando el Arcánjel le dijo:
« vas a dar a luz un hijo,
del Altísimo llamado
I por Judà proclamado
por su Rey mas grande i fijo».
Maria con turbacion
al Anjel le replicó:
¿como he de hacer eso yo
si no conozco varon?
No te cause admiracion
dijo el Anjel en su canto;
vendrá el Espíritu Santo
i hará todo por su cuenta,
que ya Isabel, tu parienta
harà por El otro tanto.
Despues de orar hasta El,
partió Maria a Judea
a una pequeña aldea
donde vivia Isabel;
recordando a San Gabriel
la saludó cordialmente;
al oirla, Isabel siente
moverse su creatura
i bendice con ternura
a Maria, su pariente.
Cuando el Precursor nació
la familia quiso ya
darle el nombre del papá,
pero Isabel dijo nó.
Zacarías resolvió
que Juan llamarse debia
i que profeta sería
del Altisimo i por cierto,
que su casa fué el decierto
hasta que llegó el gran dia.
De Roma se recibieron
dos edictos sobre el censo
i aunque el viaje era estenso
Maria i José salieron;
a Belen se dirijieron
para el empadronamiento.
Maria el alumbramiento
lo tuvo en medio camino
i envolvió con mucho tino
al Niño que era un portento.
I los primeros estraños
que tuvieron pormenores,
los fueron unos pastores
que cuidaban sus rebaños;
viendo de no hacerles daño,
les dió el Anjel la señal:
« lleno de luz celestial
nació el Salvador del mundo,
cobijado en el inmundo
pesebre de un animal».
Un poco despues llegaron
hasta el sitio designado
i cada cual prosternado
todos juntos lo adoraron.
Cuando ocho dias pasaron
i al ser ya circuncidado,
según estaba ordenado
por el ánjel de la luz,
se llamó al Niño, Jesus,
que por Salvador es dado.
Unos Reyes del Oriente,
guiados por una estrella,
llegan a Judá, la bella,
interrogando impaciente:
¿donde está el Omnipotente
Rey que acaba de nacer?
Herodes llegó a temer
i a los Escribas buscó;
cuando los interrogó
hizo a los Magos traer.
«Id lo mas pronto a buscarle
i si lo hallais de improviso,
enviadme un lijero aviso
para ir tambien a adorarle».
Los Magos al encontrarle
le hicieron rejios regalos
i apoyados en sus palos
tomaron otro camino,
viendo en Herodes, con tino,
propósitos, mas que malos.
Cuando este se vió burlado,
para lograr su intencion,
mandó ser sin distincion
todo niño degollado;
pero el Anjel anunciado
se les presenta otra vez;
por eso se van de a pié
i en una mula rendida
para el Ejipto en huida
Jesús, Maria i José.