EL POETA PAYADOR
(Para guitarron)

Dios formó lindas las flores,
delicadas como son
les dió toda perfeccion
i cuanto él era capaz,
pero al hombre le dió mas
cuando le dió el corazon.

Le dió claridá á la luz,
juerza en su carrera al viento,
le dió vida i movimiento,
dende el águila al gusano,
pero mas le dió al cristiano
al darle el entendimiento.

I aunque á las aves les dió
con otras cosas que inoro
esos piquitos como oro
i un plumaje como tabla;
le dió al hombre mas tesoro
al darle una lengua que habla.

I dende que dió a las fieras
esa juria tan inmensa,
que no hai poder que las vensa
ni nada que las asombre,
qué menos le daria al hombre
que el valor de su defeusa?

Pero tantos bienes juntos
al darle, malicio yo
que en sus adentros pensó
que el hombre los precisaba,
que los bienes igualaba
con las penas que le dió.

A otros le brotan las coplas
como agua de manantial:
pues á mí me pasa igual
aunque las mias nada valen,
de la boca se me salen
como ovejas del corral.

Que en puertiando la primera
ya las siguen las demás.
i en montones las de atras
contra los palos se estrellan,
i saltan i se atropellan
sin que se corten jamás.

I aunque yo por mi inorancia
con gran trabajo me esplico,
cuando llego a abrir el pico,
téngalo por cosa cierta,
sale un verso i en la puerta
ya azoma el otro el hocico.

Nota: Versos de Martín Fierro, XIII.

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