—«A la luna ladrábale un quiltrito
Porque de blando queso la juzgaba
Y notar pudo cuando ya callaba
Que tenia mayor el apetito
Y la luna su sitio no dejaba.
¡A de ocurrirle parecido colmo
A quien guste pedir peras al olmo!»
ROLAK
Parnaso tiembla; el Dios está enojado
¿Quién es, ese poeta Redentor
con corona de espárragos laureado,
del pulcro verso, espuma nata i flor?
¿Quién es ese poeta necesario,
que muestra de su hogar en el bestíbulo
en lenguaje soez de presidario,
su retrato sacado del patibulo?
Quién eres dí, con tu blasfemia toda,
restaurador del Verbo castellano?……
Musa del hambre, harapienta i beoda
que su pluma guiais: muestra su mano!
Detras de tu rujido tempestuoso
¿quién no divisa caminar i en pos,
la humilde voz que implora del piadoso
“una limosna por amor de Dios”?
¿Has olvidado, Jenio del Parnaso,
imbécil Redentor de capirote,
que por loco e idiota en igual caso
le sacaron el odre a Don Quijote?
¡Sociégate Relámpago iracundo,
no nos hagas mover de polo a polo,
ni asustes ¡ai! con tu rebuzno al mundo,
ni hagas llorar al dulzaíno Apolo!
Al notar a un microbio de epidemia
alarde hacer de gran sabiduria
i pregonar de miembro de Academia
¿quién habrá en el planeta que no ria?
¿I cuando el insolente renacuajo,
para hacer un mercado a sus sandeces,
acusa al pueblo de criterio bajo
¿no dan ganas de darle para nueces?
No seré yo…¡ la pública justicia
se encargará de pronunciar el fallo;
entre el maná del cielo i la inmundicia,
entre el hombre de juicio i el caballo!
Yo soi ROLAK. poeta conocido
Relámpago ¿quién eres? Un borrico;
¡lo has demostrado en el primer bramido
que se escapó de tu mugriento hocico!
Cuando veo la métrica tan pura
con que tus cultos versos has formado,
ver llenarse el refran se me figura:
“hace mas un ambriento que un letrado”
Aun no he de morir, como calculas,
por no ser con las bestias inhumano:
¡mi carro necesita un par de mulas
i he de esperar que tengas un hermano!