Un caballero tenia
Un sirviente mui honrado;
Tres años al hacendado
Sin descansar le servia,
Y al contemplar esto un dia
Fué donde su patron [ ]
—Señor, le dijo, yo [ignoro]
De vestro bolsillo el ga[ ]
Creyóse rico el paisano
Con tres escuditos de oro.
Despues este buen sirviente
El dinero recibió,
A correr tierras partió
Por el campo alegremente
Con esto fué suficiente
Para cruzar aquel llano:
Un pobre y mísero enano
Su dinero le pidió,
Y de recompensa le dió.
Tres virtudes al paisano.
Nuestro honrado campesino
Con esta felicidad
Se alegró tanto en verdad,
Que continuó su camino;
Se fijó que un asesino
Al pié de un árbol estaba.
Observando que cantaba
Una tenca linda y bella.
Poseer el ave aquella
El usurero deseaba.
El paisano tomó
El arma con prontitud,
Y como era de virtud
A la tenca le apuntó;
Al pié del árbol cayó
En aquel enredadero;
Tomó su violin lijero
Y a la nota que tocó
Y con tocar le ganó
Cien pesos al usurero.
Al fin se fué mui contento
El paisano que nombro,
Tomó su escopeta al hombro
Y a la espalda su instrumento
A contemplar su lamento
El usurero pasó;
En vano lo demando
A los jueces del reten
En vez de sacarla bien
De nuevamente bailó.
Imp. Valparaiso.—Victoria, 391.