A la virjen del Carmelo
Le debemos suplicar
Que haga mui pronto cesar
Este terrible flajelo.
Aunque la jente devota
Es en Chile poco escasa
Para urjirnos en desgracia
Tantos males nos azota
Como castigo del cielo
Roguemos hoi con anhelo
Con una fé sin igual
Que nos libre de este mal
A la virjen del Carmelo.
La solemne rogativa
Que en la Catedral habra
Mucha jente acudirá
A implorar con fé viva
Que la epidemia aflictiva
La virjen ha de calmar
Con devocion ejemplar
A la iglesia siempre iremos
I que en ruina no pase nos
La debemos suplicar.
Esta epidemia ha venido
Por el sur i por el norte
No hai ya quien la soporte
Porque tantos han sucumbido
El pueblo se haya aflijido
En la miseria i pesar,
Pero a quien a de clamar
Sino a la vírjen piadosa
De plaga tan espantosa
Que haga mui pronto cesar.
El hombre está pervertido
Corrompido por el vicio
No hace ningún sacrificio
I ni se halla arrepentido,
Por cierto nos ha venido
El castigo sin consuelo
Por nada sienten desvelo
Viviendo sin relijion
Por eso vino a la Nacion
Este terrible flajelo.
Al fin si no le pedimos
A la vírjen proteccion
Nos veremos en afliccion
I de este flajelo morimos
Si este deber no cumplimos
No tendremos mas piedad
Talvez con temeridad
Venga otra clase de peste
I como ahora tambien infeste
Nuestra querida ciudad.
A. REYES
Impt. y Encuadernacion.—Arturo Prat 2º B