Por mas que me digas bueno
yo te digo de que nó,
pues mi madre me enseñó
que el amor era veneno;
que el hombre tiene en su seno
astucia muy reservada;
que a la mujer descuidada
ya sea bonita o fea,
con afan la manocéa
para darle la picáda.
—Si eso dijo tu mamita
no sé si dijo verdad,
pero me hace novedad
lo que me dices hijita
nadie en este mundo habita
que tenga a Cupido horror;
lo quiere la hermoza flor,
los reptiles y los peces
y hasta las piedras a veces
suspiran de puro amor
—Me dice que el dios del cielo
en el mismo Paraiso,
por solo esta falta quiso
castigar en este suelo
los dos que sin recelo
faltaron a la obediencia,
les pegó sin induljencia
lo meno cien barillasos
otros tanto chinchorrasos
y maldijo su existencia.
—Si eso te dijo la vieja
escuchame bella niña
en cuanto acabó la riña
les dijo Dios a la oreja
a la culpable pareja:
sois ahora un solo ser
ya que quisiste comer…………
de la fruta prohibida,
será por toda la vida
para el hombre la mujer.
—Si son verdades tan puras,
lo que tu me estas diciendo,
que se vienen repitiendo
en las Santas Escrituras,
yo no debo mis ternuras
negarte por relijiosa
háceme luego tu esposa
no creas que me arrepienta,
soi querendona hasta el treinta
y no cualesquiera cosa.
Nota: El verso fue publicado por Rólac, ver.