Jamas dejeré de amarte
hai Dios mio hai cielo santo
la cabeza me quebranto
y el corazon se me parte.
Eres como blanca aurora
de perfumada belleza
por eso linda princesa
la ancia por tí me devora
con justa razon ahora
me dan ganas de pizarte
nadie a tí puede igualarte
i es lo que mas me confundo
mientras yo exista en el mundo
jamas dejara de amarte.
Joya hermosa como tí
no habrá ni en todo el Oriente
clara luz que permanente
que me alumbras siempre a mí
por que no le dais un sí
a quien te ha querido tanto
no cesaría mi llanto
si no viera un momento
te contara lo que siento
hai Dios mio! ¡hai cielo santo!
Como reluciente estrella
con su brillo i resplandor
sois coronada de amor
entre todas la mas bella
voi a darte una querella
a tí pues mi dulce encanto
yo temprano me levanto
el tiempo encuentro velóz
tan solo pensando en voz
la cabeza me quebranto.
Se me acabaran mis penas
al verte en un solo instante
i estoi por tí como amante
entre grillos i cadenas
si tus caricias son buenas
con amor he de mostrarte
no dejaré idolatrarte
adorada prenda mia
desde que te vi aquel dia
el corazon se me parte.
A fin, florido jasmin
azucena al rebentar
perfume del fino azahar
rosa del mejor jadin
a tí se rinden al fin
los aromos mas preciosos
del jardin mas primorso
que Dios puso en el Eden
de las aves que allí esten
hoirás cantos armoniosos.
Adolfo Reyes