Apablaza se asustó
Meneses le dió espanto
Vergara sin un quebranto
mui impasible la oyó.
Ahí en la Penitenciaria
los tres reos se encontraban
cuando a sus celdas entraba
los jueces de la sumaria;
en tal situacion precaria
el secretario avanzó,
la sentencia les leyó
por el crimen cometido
i en cuanto la hubo oido
Apablaza se asustó.
Pasó a la celda siguiente
donde Meneses se hallaba
i también le relataba
lo dicho en el espediente;
de encubridor solamente
a dias quiniento i tanto:
con la dulzura de un santo
creyendo mucho el castigo,
no hayando en el juez abrigo
a Meneses le dió espanto.
Siguió el Fiscal caminando
donde Vergara llegaba
el infeliz se encontraba
su gran crimen meditando;
se le fué comunicando
la pena en el entretanto;
daba angustia i daba llanto
ver aquella indiferencia
oyó leer la sentencia
Vergara sin un quebranto.
Apablara en emosion
como Meneses lo mismo
al ver tan cerca el abismo
pidieron apelacion;
Vergara fué mas varon
al principio no apeló.
despues se le aconsejó
que apelara i así lo hizo
la sentencia de improviso
mui impasible la oyó.
Terrible remordimiento
sentirán los criminales
con estos golpes mortales
que les gritan el tormento;
ya se los viene el momento
de la prueba mas atroz,
subirán juntos los dos
al banquillo que así afrenta,
e irán despues a dar cuenta
ante el Tribunal de Dios.