En el campo del querer
es una lei jeneral:
que el hombre ha de acometer,
la mujer debe esperar.
Es el amor de una vieja,
como comida de presos,
solo la comen los lesos
a quienes el hambre aqueja:
quien de la viuda en la oreja
amores va a prometer,
en apuros se ha de ver
que olvide al primer marido
¡que el primero es preferido
en el campo del querer!
El amor de mujer fea
es, si acaso tiene plata,
cadenas de oro con que ata
el hombre su propia idea;
el hombre que se manea
con mujer anjelical,
si despues la saca mal
al menos tendrà el consuelo
de saber que en este suelo
es una lei jeneral.
Mujer que quiere a un soldado
no olvide que a la hora
en cuanto oiga la tambora
se irá como un condenado;
mujer que olvida su estado;
i se deja enternecer
llegando a condescender
al amor de un sacerdote,
sépalo aunque no lo note
que el hombre ha de acometer.
Mujer que quiere a un poeta
como a Reyes por ejemplo,
se le debe alzar un templo
que no quepa en el planeta;
es la mujer mas discreta
en el arte del amar:
pues nada puede igualar
al amor tierno del vate
i mientras con él no trate
la mujer debe esperar.
El cabello mas dorado
entre medio cria piojos
i los mas hermosos ojos
lagañas han fabricado
verde moco hai encerrado
en la nariz mas preciosa
i la boca mas rangosa
que perlas guarda a destajos,
arroja susios gargajos
i esputación asquerosa.