Esperan ya su relevo
las conductoras porteñas
para celebrar risueñas
la Pascua i el Año Nuevo,
yo por ellas nunca pruebo
una copa de licor
por que embrollan con primor
las mui sabrosas fichas
que les dá pa vino i chichas
i remoler por mayor.
Todas están como un quique
aprontando sus recortes
i tener los pasaportes
para ir al Café de Iquique
entre palique i palique
a su gusto bailaràn
cada una su galan
ha de tener a su lado
quien mucho se habrá admirado
del polvo i del soliman.
Lectores vereis aquí
el retrato de la fiesta
un harpa será la orquesta
i guitarra de roblí
trinando cuerdas allí
se verà lo que es contento
no perderàn un momento
tocando cueca asareadas
i cuando ya estén curadas
cobrarán el sentimiento.