Con tristeza i amargura
sumerjido en gran pesar
lectores voi ha contar,
el crimen de Quilicura.
Una mujer encontraron
con dos heridas mortales,
las huellas i las señales,
los asesino estamparon;
i varios se apresuraron
dar aviso a la prefectura,
sacaron entre vasura
el cadáver prontamente
que presenciabia la jente
con tristeza i amargura.
Joaquina Astudillo es
el nombre de la mujer
i la muerte vendra a ser,
por la venganza talvez;
los criminales despues
el delito han de pagar;
que triste es considerar,
el hecho tan inhumano,
i estara el bandido ufano
sumerjido en gran pesar.
A la morgue lo trajeron
a que allí lo conocieran,
i para que todos vieran
el crimen que cometieron:
un dia ahí lo tubieron,
i nadie fué a reclamar
da tristeza oir hablar
sobre el suceso por Dios,
otro crimen mas atros
lectores voi a contar.
Miran con indiferencia
hoi los reos la condena,
sufriran la ultima pena
si cometen su violencia;
está estricta la sentencia
aunque sea por locura,
causa la poca cordura
se cometen desacatos;
hicieron los insensatos
el crimen de Quilicura.
Si pillan a los bandidos
yo les puedo asegurar,
que los han de fucilar
en el banquillo temido,
el castigo meresido
al asesino impondran,
i los diarios narraran
los crimenes mas feroses
como los hechos atroces
que ejecutándose van.