Carta del reo Salas a su tia

  Reciba, querida tia,
La carta que le remito:
Le anuncio que mi delito
Lo voi a pagar hoi dia.

  Desde un principio hasta el fin
Mi suerte ha sido fatal,
Viniendo ahora a ultimar
A la señore Bredin,
De la manera mas ruin,
Como a las ocho del dia.
Por cierto mi alevosía
Luego tendré que pagar
I esta carta de pesar
Reciba, querida tia.

  Tia, yo me separé
Del lado de mi mamita
I con mi alma mui contrita
Otro camino tomé.
Al poco tiempo despues
Le pedí con tierno grito
De su casa un rinconcito
I nunca me lo cedió:
No le dé pesar atroz
La carta que le remito.

  Al poco tiempo me ví
En miseria sumerjido
I un hombre mui conocido
Me dió alojamiento allí
I mui luego conocí
Que me dejaba solito.
Me vine al tren derechito,
Donde mi madre venia
I este favor que pedia
Le anuncio que es mi delito.

  Cuando ya llegué a Santiago,
Mi madre me abandonó,
I por esta causa yo
Me propuse echar un trago.
Belmar al ver el estrago
Que el licor en mi alma hacia,
Aunque no me conocia
Me invitó a hacer aquel hecho
Que con tan justo derecho
Lo voi a pagar hoi dia.

  Todo mi padecimiento
Se lo dije en esta carta:
Para el miércoles sin falta
Va a ser el fusilamiento.
¡Adios, yo quedo contento,
I rueguen a Dios por mí:
Mi suerte seria así
I se cumple mi destino:
Se despide su sobrino
Manuel Salas el infeliz!

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