CRIMEN DE UN INMIGRANTE

Senores, en Concepcion
un crimen se ejecutó
i el alevoso asesino
donde ocultarse no halló.

  Andaban dos inmigrantes
por dicho pueblo paseando.
estando alegre comversando
se disgustaron bastante
i mui presto en ese instante
se fueron sin dilacion,
al hotel de inmigracion
los dos furiosos llegaron
i el gran crimen perpetraron
señores en Concepcion.

  Sacó pronto un puñal
Carlos Plause de improviso
i ahí asesinar quiso
al compañero fatal;
para poderse vengar
una puñalá lo dió
en el acto ahí murió
todito en sangre bañado:
i por disgusto malvado
el crimen se ejecutó.

  Domingo Carleciere, es
el occiso apuñaleado
i al momento fué llevado
a la presencia del juez;
el criminal a su vez
pagará su desatino;
su cruel delito el indino
lo hizo sin reflexion.
¡Pague en oscura prision
el alevoso asesino!

  Ya el terrible victimario
ha de estar arrepentido,
por el delito inferido
ya se le intruye sumario,
dà tristeza leer el Diario
sobre este crimen atroz.
Este suceso ¡por Dios!
causa aun mayor quebranto,
porque en medio de su espanto
donde ocultarse no halló.

  Ya preso quedó con grillos
el inmigrante criminal,
su delito ha de pagar
afrentoso en un banquillo.
Considerando me humillo
al ver pues tanta crueldad,
también en esta ciudad
se ven crímenes frecuentes
por temibles delincuentes
que manchan la sociedad.

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