Entre sollosos y entre lamentos
Llegan los fieles a Carrascal;
Donde ultimaron al periodista
Cuyo recuerdo es inmortal.
II
Todos los lunes, llenos de fé
Llega la gente allí a dejar
Ramos de flores o encender velas,
A la animita de ese lugar
III
Llega una madre muy cabisbaja
Y se arrodilla con devoción;
Pide un milagro mientras que reza
Emocianada una oración
IV
Alza la risa hacia el cielo.
Cree muy pronto hallar en él,
Entre las nubes que van pasando
Al triste mártir de Mesa Bell
V
Hay una anciana muy taciturna
Refleja clara en su mirar.
Que hay en su pecho grandes dolores
Que la animita los va a calmar.
VI
Y se arrodilla con reverencia
Se oye muy triste su evocación
Reza un instante, llora en sus ojos,
Se siente afligirse su corazon.
VII
Llegan los lunes más concurrido
Los carreristas, van a pagar,
Aquel milagro que fué cumplido,
Por la animita de ese lugar.
VIII
Y pasa el tiempo, pagan sus mandas.
Dice una anciana, con triste voz
Esta animita es milagrosa,
Esta es virtud, dada por Dios.