Cuando el Redentor murió
En el madero sangriento
Al dar su postrer aliento
Toda la tierra tembló.
Cuando ya llegó a la cima
De aquel monte el soberano,
Bendiciendo al inhumano
Hácia el lugar se aproxima
Un judio se le arrima
I el Mesías lo miró.
Su furia le contempló
Con santo i divino amor,
Se oyó un ruido aterrador
Cuando el Redentor murió.
La túnica le quitaron
Con un barbarismo cruel,
I a la presencia de él
A los dados la jugaron,
I no sé porqué pelearon
En aquel mismo momento,
I el pueblo dijo violento.
Furioso según decir;
Veamos a Cristo morir
En el madero sangriento.
Cuando ya quedó desnudo
A muchos causó terror,
I soportar su dolor
Su santa madre no pudo.
Sintió en su garganta un nudo,
Que le privó del contento,
I su hijo mui macilento
Siempre le mostró alegria,
E hizo oscurecerse el dia
Al dar su postrer aliento.
Trajeron para enclavarlo
Clavo, martillo i tenaza;
I el pueblo al verlo que pasa
Propuso glorificarlo.
I otros mas para afrentarlo
Le dieron i él recibió
Hiel, i vinagre bebió
En contra de su querer,
I al dejar de fenecer
Toda la tierra tembló.
Al fin, los astros del cielo
Oscurecieron su luz,
Al ver que espiró Jesús,
Por él hicieron gran duelo.
I la jente con recelo
Se golpeaba el corazon,
Todos llenos de emocion
Quedaron aquí refiero;
I al justo Dios verdadero
Pedian perdon, perdon.