Murió Cristo en el madero
El dia del Viernes Santo,
Estaba al pié de la Cruz
María anbegada en llanto.
Cargando el pesado leño
Caminaba el Salvador,
Inundado de sudor
Pero tranquilo i risueño,
Marchaba con todo empeño
El mansisimo cordero,
Como era un Dios justiciero
Dió a los hombres mil perdones
I en medio de dos ladrones
Murió Cristo en el madero
Entre un inmenso jentio
Iba preso el sumo bien,
Sin hacer ningún deten
Bendecia al cruel judio
Verdadero señorio
Mostraba sin ataranto,
Causaba terror i espanto
El Mesias esa ocasion,
Dió término a su pasion
El dia del Viernes Santo
Todos los tormentos nacen
Dijo el crucificado,
Perdónalos padre amado
Que no saben lo que hacen
I para que se alumbracen
El sol les prestó su luz
La madre del buen Jesús,
Con un sentir tan prolijo,
Mirando a su humilde hijo
Estaban al pié de la cruz.
Un inocente cantaba
Entre el pueblo que lo exhorta,
I con clavoz una esporta
En su cabeza llevaba,
El Redentor lo miraba
I bendecia su canto,
Con aquel júbilo tanto
Tomó el pueblo mas brillo,
I miró al inocentillo
María abnegada en llanto.
Al fin, el niño inocente
Iba llevando el tormento
Para el que hizo el firmamento
Como precioso presente,
I cuando el Omnipotente
A la madre la encotró,
Un cruel judio tomó
De la esporta el renegado,
De clavos un gran puñado
I al rostro se lo tiró.