Tres horas agonizó
Jesús en la cruz clavado,
Por redimir el pecado
Hasta que ya espiró.
Su primer suplicio fué
El de espinas coronado
I en la columna azotado,
Por unos hombres sin fe.
Cuando ya estuvo de pié
Hácia el Gólgota marchó.
I a Verónica encontró
En la mitad del camino;
Aquel cordero divino
Tres horas agonizó.
El dia viérnes temprano
Fué mas doble su tormento
Con el madero sangriento
Que cargó con pecho sano;
Siendo justo i soberano,
Fué escupido, abofeteado.
I un fariseo malvado
Dijo con burla i sonrisa:
Mírenlo como agoniza
Jesús en la cruz clavado.
Por la calle de Amargura,
Al Calvario se llevó.
I al encuentro le salió
María la Vírjen pura.
Inmensa fué su dulzura
Que sintió aquel hijo amado,
Por ella fué consolado
Porque le ayudó a sentir,
I él dijo voi a morir
Por redimir el pecado.
El bueno i el mal ladron
Le hicieron compañía
En aquel horrendo dia
Implorando su perdon,
Dímas en su corazon
Misericordia imploró,
El Redentor prometió
De llevárselo a la gloria
I lo grabó en su memoria,
Hasta que ya espiró.
Al fin, Jestas desconfió
En ese momento aquel,
I por no creer en El
Dicen que se condenó,
I a Dímas porque creyó
Le perdonó sus pecados;
En los momentos deseados
Encontró paz i consuelo
I se encuentra allá en el cielo
Con los bienaventurados.