VERSOS A LO DIVINO
JESUS ES TOMADO PRESO

  Ya llevan al desgraciado
hácia el lugar del tormento,
va a dar su último aliento
en una cruz enclavado.

  Al salir del huerto santo;
lo tomaron prisionero,
aquel humilde cordero
sufrió un tormento tanto.
Sin haber ningún quebranto
permitió ser amarrado
de un gran jentio rodeado
lo llevaron por capricho:
yo entónces habria dicho
ya llevan al desgraciado.

  Primero fué a donde Anás.
el justo Dios celestial,
i desde aquel tribunal
sb llevó a donde Caifás.
Siendo que era un Dios depaz
se le aplicó el sufrimiento
con tan grande atrevimiento
renegaron de la fé,
i Cristo dijo: yo iré
hácia el lugar del tormento.

  Pilato con desagrado
le firmó la cruel sentencia
al justo Dios de la ciencia
mandó que fuese azotado.
I despues crucificado
en el madero sangriento
al que hizo el firmamento.
decian unos sayones,
en medio ce dos ladrones
va a dar su último aliento.

  El mui amante Jesús
se puso en marcha al camino,
al lugar de su destino
iba cargando la cruz.
I el sol con su pura luz
le alumbró al justiciado
con el madero cargado
marchaba el gran Soberano
murió por el ser humano
en una cruz enclavado.

  Ya llevan al desgraciado
hácia el lugar del tormento,
va a dar su último aliento
en una cruz enclavado.

  Al salir del huerto santo;
lo tomaron prisionero,
aquel humilde cordero
sufrió un tormento tanto.
Sin haber ningún quebranto
permitió ser amarrado
de un gran jentio rodeado
lo llevaron por capricho:
yo entónces habria dicho
ya llevan al desgraciado.

  Primero fué a donde Anás.
el justo Dios celestial,
i desde aquel tribunal
sb llevó a donde Caifás.
Siendo que era un Dios depaz
se le aplicó el sufrimiento
con tan grande atrevimiento
renegaron de la fé,
i Cristo dijo: yo iré
hácia el lugar del tormento.

  Pilato con desagrado
le firmó la cruel sentencia
al justo Dios de la ciencia
mandó que fuese azotado.
I despues crucificado
en el madero sangriento
al que hizo el firmamento.
decian unos sayones,
en medio ce dos ladrones
va a dar su último aliento.

  El mui amante Jesús
se puso en marcha al camino,
al lugar de su destino
iba cargando la cruz.
I el sol con su pura luz
le alumbró al justiciado
con el madero cargado
marchaba el gran Soberano
murió por el ser humano
en una cruz enclavado.

  Al fin cuando ya llegó
hácia la cima el Mesías,
a cumplir las profecías.
con gusto se preparó.
Pronto se le desnudó
de la túnica al Señor
sin pensar en su dolor
lo enclavaron al madero,
i Él les dió su adios postrero
con santo i divino amor.

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