Oh Vírjen inmaculada,
Maria, flor de las flores,
Madre de los pecadores
I de ánjeles respetada.
Salúdote, esclarecida
Antorcha de mejor luz,
Trono i dosel de Jesus,
Vara de José florida.
De estrellas estás vestida
I de la luna calzada,
De luceros coronada
Entre tantas maravillas
Mas que el puro crisol brillas
Oh Vírjen inmaculada.
Salúdote, sacratísima
Reina de los serafines;
Para tan gloriosos fines
Dios te conservó purísima,
De la trinidad beatísima
Lograste tales favores.
Bien afirman los autores
Que en la tierra i en el cielo
Eres de todos consuelo
Maria, flor de las flores,
Salúdote, majestuosa
Emperatriz soberana,
Manantial de donde mana
Tu gracia maravillosa.
De Jericó linda rosa
Oyenos nuestros clamores:
En los conflictos mayores
El no olvidar es preciso
Que la Providencia te hizo
Madre de los pecadores.
Salúdote sacrosanta,
Bella i celestial princesa,
El fruto de tu pureza
Lo mas esencial encanta,
I por ser tu virtud tanta
Eres del Verbo adorada,
Bendecida i ensalzada
De tus justos cortesanos,
Querida de los cristianos
I de ánjeles respetada.
Al fin, todas las naciones
Saludante, Vírjen pura,
Torre elevada i segura,
Modelo de perfecciones;
Tronos i dominaciones
Bendigan tu santidad;
Tienes plena potestad
Del Salvador soberano,
Para darnos por tu mano
Eterna felicidad.