Encárguele a sus perreros
El señor Municipal
De que le pongan bozal
A toditos los rateros.
La Municipalidad,
Según en mi verso indico,
Al perro grande i al chico
Lo persigue sin piedad;
Es una barbaridad,
Dirán muchos estranjeros,
Digo en temas justicieros
Al Alcalde con halago:
Que apresen a todo vago
Encárguele a sus perreros,
Este gran decreto humilla
Solo a los canes, lector,
I hai otra plaga mas peor
Que se llama palomilla;
Esta anda en cuadrilla
Hasta en la parte central,
Sembrando el terror i el mal
Con sus tonitos traviesos,
¿Por qué no apresa a esos
El señor municipal?
Susto me dá traficar
Hácia en las calles, sin farsa,
Cuando anda la comparsa.
Buscando donde robar;
No me gusta calumniar,
Porque soi hombre formal
Pido, escribiendo jovial,
Con unas plumas de lata:
Que a los canes con dos patas
De que les ponga bozal.
Los perros hacen perjuicio,
Pero mas el raterismo,
Que ya causa un cinismo
Con ese malvado oficio,
Ya ha salido de quicio
Por amor a los dineros
I los hombres verdaderos
Velarán por nuestra suerte
I háganles la guerra a muerte
A toditos los rateros,
Gusto es ver a los guardianes,
Por las calles, ciudadanos,
Con el cabestro en las manos
Persiguiendo a los canes;
I otros dicen con refranes
De que a ellos les da pena
Cuando la perrera llena
Esté con tal disparate,
Se principiará el remate
A ocho pesos docena